Halitosis: fisiopatología y atención primaria

Abstract

Halitosis: latín “halitus” significa aire respirado, aliento y osis significa alteración patológica (1). Puede definirse como olor desagradable que se desprende de la cavidad oral. Es una de las afecciones más frecuentes que los pacientes presentan al odontólogo, después de la caries dental y la enfermedad periodontal (2). La halitosis se debe principalmente a las bacterias de putrefacción que viven en el dorso de la lengua y a los compuestos sulfurosos volátiles (CSV) producidos por los restos de alimentos. Se cree que los principales compuestos causantes de la halitosis son el ácido sulfhídrico, el metilmercaptano y el dimetilsulfuro (3) (4).

Esta afección está tan extendida que presenta diversas implicaciones sociales y psicológicas, lo que conlleva una reducción de la calidad de vida del individuo (5), de ahí que los efectos sociales y psicosociales de la halitosis tienen el impacto más significativo para quien la padece. Los estudios han demostrado que la incomodidad personal y la vergüenza social eran las principales preocupaciones de las personas afectadas por la halitosis y también la razón principal por la que los pacientes buscaban ayuda profesional (6) (7).

Algunas personas, sin embargo, pueden no ser conscientes de su mal aliento, lo que crea un problema cuando los investigadores tratan de estimar la prevalencia de la halitosis en una población. El problema se acentúa cuando estas personas comienzan a hablar con otras, lo que genera aislamiento social en la comunidad en general (8) (9). En cierta medida, la halitosis también puede afectar la productividad laboral de las personas en la comunidad y el sistema de salud correspondiente (10).