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http://site.curn.edu.co:8080/jspui/handle/123456789/573
Title: | Cambios en la morfofisiología cardiovascular, renal y alteraciones inmunológicas y en la microbiota intestinal derivadas del envejecimiento |
Authors: | Dussán Ordóñez, José Llanos González, Indira Martínez Villarreal, Adriano Meza Torres, Catherine Garrido Cuentas, Daniela Granados Peguero, Miguel Liñán Tobias, Francisco Castro Bocanegra, Verónica del Carmen Marrugo Padilla, Albeiro Manuel |
Keywords: | Microbiología Inmunología Morfofisiología Vida universitaria |
Issue Date: | 19-Jun-2023 |
Publisher: | Corporación Universitaria Rafael Núñez |
Series/Report no.: | FT-IV- 015 PAT colectivo;3 semestre |
Abstract: | El envejecimiento es un proceso biológico natural que afecta a todos los sistemas del cuerpo humano, incluyendo el inmunológico, cardiovascular y renal, los cuales son de vital importancia para el funcionamiento y la garantía de la homeostasis. De igual manera, la microbiota intestinal es uno de los componentes que más se ve facetado por el envejecimiento, y aunque este no sea un órgano o sistema, ejerce a su vez un efecto considerable en la asimilación de nutrientes y la promoción de enfermedades a nivel inmunológico. En la actualidad, los estudios científicos no describen una relación lineal entre el envejecimiento y la perdida de la función inmune, cardiovascular, renal y en el funcionamiento de la microbiota, sin embargo, si está demostrado la prevalencia de alteraciones en dichos sistemas, en donde el envejecimiento pudiese ejercer un efecto importante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de personas mayores de 60 años se duplicará en todo el mundo para 2050, llegando a 22% del total de la población. En el caso particular de Colombia, la proporción de adultos mayores ha aumentado significativamente en las últimas décadas, y se proyecta que este aumento se mantenga en el tiempo. Por lo antes planteado, es importante conocer las posibles alteraciones a nivel morfofisiologico derivadas del envejecimiento en los principales sistemas, en aras de promover la adopción de estilos de vida saludables que contrarresten la promoción de enfermedades. Por ello, el objetivo del presente trabajo fue conocer los cambios morfofisiologicos a nivel cardiovascular y renal y las posibles alteraciones inmunológicas y de la microbiota intestinal derivadas del envejecimiento |
Description: | El envejecimiento es un fenómeno multifactorial que afecta a todos los niveles del orden biológico, desde las moléculas hasta los sistemas fisiológicos, aunque los fenómenos biológicos no siempre encajan cronológicamente. En otras palabras, envejecimiento es un proceso universal, continuo, definitivo, dinámico, sucesivo, heterogéneo y hasta la fecha ineludible, en el que se producen cambios biopsicosociales como resultado de la interacción de factores genéticos, sociales y culturales, el estilo de vida y la presencia de las enfermedades. Tales cambios definen a los humanos a medida que envejecen; No obstante, es un proceso natural y no debe atribuirse a los estereotipos habituales, sino como una etapa de la vida en la que es posible crecer y aprender. (1) La función física en las personas mayores es la suma de su capacidad para realizar actividades esenciales por sí mismos para satisfacer sus necesidades. La dependencia de alguna de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria se asocia a un aumento de la mortalidad en este segmento poblacional. Los procesos funcionales en los ancianos comienzan cuando los adultos mayores independientes sufren reservas funcionales limitadas. (1) Desde la segunda mitad del siglo pasado, la esperanza de vida ha aumentado significativamente como consecuencia de las mejoras en las condiciones de vida, la atención sanitaria y la asistencia sanitaria. Por ello, en las últimas décadas, la tendencia demográfica a nivel mundial es el envejecimiento poblacional. (2) El envejecimiento se determina como una pérdida progresiva de la reserva funcional con un descenso revelador de la capacidad de homeostasis adaptativa al estrés externo o interno, lo que produce un aumento del riesgo de enfermedad y muerte. (3) Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%. En 2020, el número de personas de 60 años o más superó al de niños menores de cinco años. En 2050, el 80% de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos. (4) En Colombia, entre 1985 y 2020, la proporción de adultos mayores pasó del 6,9% al 13,8%, con lo cual se evidencia que la población colombiana se ha envejecido y continuará haciéndolo hasta alcanzar una proporción superior al 16 % para 2030. El índice de envejecimiento refleja un acelerado crecimiento de la población adulta mayor respecto a los niños, niñas y adolescentes. (5) El envejecimiento humano está relacionado con cambios moleculares, estructurales y funcionales en una diversidad de sistemas de órganos, en donde se incluye el sistema cardiovascular, renal e inmunológico. (6) Una de las principales comorbilidades que afectan en mayor medida a los adultos de la tercera edad son un grupo de desórdenes en el funcionamiento del corazón y de los vasos sanguíneos denominadas enfermedades cardiovasculares, entre las cuales se incluyen las cardiopatías coronarias, las arteriopatías periféricas, las enfermedades cerebrovasculares, las cardiopatías reumáticas, las cardiopatías congénitas, entre otras. Entre estas cardiopatías podemos hacer énfasis en una de las enfermedades con mayor prevalencia a nivel global, como lo es la hipertensión arterial; la cual se define como una enfermedad crónica de causa múltiple, que produce daño vascular sistémico e incrementa la morbilidad y mortalidad por diversas enfermedades cardiovasculares, además de ser un factor de riesgo en el desarrollo de otras patologías tales como enfermedades renales crónicas, demencias, entre otras afecciones. (7) La hipertensión arterial (HTA) es causante de por lo menos el 45% de las muertes por cardiopatías y 51% por enfermedad vascular cerebral, siendo más común en poblaciones de ingresos bajos y medianos. Según la OMS, se estima que alrededor de mil millones de personas en todo el mundo tienen hipertensión arterial, afectando en un 50% a personas mayores de 60 años, además de ser la mayor causa de muerte en el mundo. En América latina la HTA afecta entre el 20% - 40% de la población adulta de la región, esto significa que alrededor de 250 millones de personas padecen de presión alta, (casi la mitad de toda la población del continente latinoamericano) por lo que constituye el tercer agravante de enfermedades mortales descritas. El alto índice de prevalencia indica que en los últimos 10 años este trastorno se ha convertido en el primer factor de atención médica en diversos países, encabezando las listas con México, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Ecuador, entre otros. (8) En Colombia la HTA es considerada como un problema de salud pública, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia, la hipertensión arterial es la segunda causa de muerte en el país y afecta al 40.3% en el ámbito urbano y del 34.9% en zonas rurales, donde el 28,7% fueron en paciente mayores de 60 años, siendo más prevalente en mujeres. A nivel departamental se presenta con mayor frecuencia en el Amazonas, Putumayo y Cundinamarca. Se estima que la cifra total ronda cerca de los dos millones quinientos mil habitantes con dicha comorbilidad. En el año 2020 se reportaron más de 66.000 casos de hipertensión arterial en el departamento de Bolívar, incluyendo Cartagena la cual al igual que las cifras mundiales muestra la HTA como principal causa de mortalidad adulta en la ciudad, y fue la segunda causa de consulta en los servicios de urgencias y ambulatorios, siendo la más alta registrada (9). Por otro lado, durante el envejecimiento, el riñón percibe un declive funcional progresivo, así como variaciones histológicas macroscópicas y microscópicas, que se acentúan por comorbilidades sistémicas como hipertensión y diabetes mellitus, o por enfermedades renales preexistentes o subyacentes. Los cambios fisiológicos asociados con el proceso de envejecimiento tradicional pueden afectar la capacidad reparadora del riñón, predisponiendo así a las personas mayores a la enfermedad renal aguda, la enfermedad renal crónica y otras enfermedades renales. Mecánicamente, la senescencia celular juega un papel clave en la senescencia renal, involucrando una serie de mecanismos de señalización celular, algunos de los cuales tienen el potencial de ser utilizados con fines de mediación para retrasar o incluso revertir el envejecimiento renal. Los riñones son órganos en gran medida metabólicos, que toleran un estrés oxidativo notable y son susceptibles al proceso de envejecimiento. De hecho, los riñones se encuentran entre los órganos con los cambios más relevantes durante el proceso normal de envejecimiento. Los cambios estructurales asociados con la edad en el riñón son vinculados con una disminución de la función renal, que se estima principalmente mediante la tasa de filtración glomerular total (TFG). Después de los 35 años, la tasa de filtración glomerular disminuye entre un 5 y un 10 % por década. (6) A nivel del sistema inmunológico, uno de los cambios más importantes que se producen por causa del envejecimiento es la disminución de la función del sistema linfático. Los órganos linfoides son una parte importante del sistema inmunológico, están implicados en la producción y maduración de los linfocitos; las células que combaten las infecciones. Los órganos linfoides incluyen el timo, la medula ósea, el MALT, los ganglios linfáticos y el bazo. (10) Diferentes investigadores han demostrado un proceso de involución y cambio de tamaño con la edad, además, en la medula ósea se observa que puede haber cambios tanto en la producción de las células madre como en la producción de ciertas líneas celulares dependiendo de estímulos externos como, presentación antigénica, disminución de las células hematopoyéticas, cambios a nivel del número total de glóbulos blancos. (11) Finalmente, el envejecimiento también se ha asociado con alteraciones en la microbiota intestinal, definida como el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, especialmente en el tracto gastrointestinal y en la piel. Estos microorganismos son clave para el mantenimiento de la salud y el equilibrio del organismo, ya que participan en diversas funciones como la digestión, la síntesis de vitaminas, el metabolismo y la regulación del sistema inmunológico. Con el envejecimiento, la composición de la microbiota intestinal cambia, lo que puede tener un impacto negativo en la salud. Se ha observado que la diversidad de especies de bacterias intestinales disminuye con la edad, lo que se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas. (12) Las alteraciones en la microbiota derivadas del envejecimiento, representan una carga financiera para el sistema de salud, afectando directamente la población colombiana y el desarrollo del país. La disminución de la mano de obra trabajadora derivada del envejecimiento representa un detractor importante para el desarrollo económico y con ello al aporte en sectores como la educación, deporte, seguridad y salud. (13) El sistema digestivo es uno de los más afectados por las alteraciones en la microbiota derivadas de la edad. Este se compone de numerosos órganos vitales, y representa el más grande reservorio de microorganismos en el cuerpo; dicha microbiota contribuye al mantenimiento fisiológico a través del desarrollo de múltiples funciones metabólicas, inmunitarias, cardiovasculares y del desarrollo neuronal. El cambio de esta altera la simbiosis que existe entre el cuerpo humano y su microbiota resultando en una disbiosis, que se asocia a múltiples patologías. La composición y el funcionamiento de la microbiota intestinal varía en el ciclo de vida humana, siendo la vejez el punto de condición más crítico, el cuerpo que va en un evidente deterioro composicional y funcional que desencadena alteraciones que afectan la permeabilidad intestinal, la digestión y el metabolismo, y la respuesta inmunitaria ante la exposición de los diferentes patógenos que actúan como oportunistas ante el cambio de la microbiota intestinal durante la etapa del envejecimiento. (14,15). |
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